Las 7 cosas más curiosas del choque cultural mexicano-canadiense (en Ottawa)

1.- La comida. Si, puede parecer obvio, pero no lo es tanto. La verdad es que yo pensaba, me llevo unos chiles secos, allá compro jitomates, carne, ajo y cebolla y puedo preparar cualquier platillo como lo preparo en mi país. ¡Pobre ilusa! ¡Esto no es cierto! La cebolla aquí tiene un sabor dulzón, podrás decir que exagero, pero ni la sal le da sabor a la comida. En México yo solía cocinar con consomé de pollo como substituto de sal, aquí no funciona, porque el consomé en polvo (si lo encuentras) no es salado! jajaja. Así que no solo extrañamos los tacos ni las kekas de la esquina (con o sin queso porque soy chilanga), o los elotes del parque, sino que extrañamos básicamente cualquier cosa que puedas ver en la tienda. 

2.- El transporte. Mi mayor sorpresa con el transporte es que la gente de aquí se queja del “mal servicio”. Los autobuses pasan en un horario preestablecido, si, a veces se retrasan, pero en general, no es malo. Las paradas están muy cerca una de la otra, lo que es entendible por el clima. Los autobuses tienen un área específica para personas en silla de ruedas y/o con carreolas y todos respetamos esa área. Cuando el camión se detiene y hay una persona mayor, o en silla de ruedas, o con carreola, el autobús se inclina, en caso necesario saca una rampa, la persona accessa y luego vuelve a la normalidad. Todos los demás esperan mientras esto ocurre. Para bajarte jalas el cordón o presionas el botón antes de tu parada (esto a mi me pareció muy normal, pero a mis hijos les entusiasmaba). Puedes bajar una app, enviar un texto o llamar por teléfono para saber a qué hora está programado que pase el autobús por la parada en la que tu te encuentras. Lo que está terrible es que a veces el autobús pasa ANTES de lo programado. Así que tu revisas tu app para ver a que hora viene, te programas, te falta una cuadra para llegar a la parada, hay 30 grados centígrados bajo cero y ves el autobús alejarse como en cámara lenta… pff! ni como correr para alcanzarlo porque el piso puede estar hecho hielo y es muy peligroso.

3.- Las fiestas. Nosotros llegamos en diciembre. Mi hijo mayor cumple años en enero y mi hija en febrero. Ellos tenían muchas ganas de festejar su cumpleaños, pero nosotros no teníamos la menor idea de cómo se hacían las fiestas infantiles en este país. Bueno, por si tienes curiosidad, te comento: las fiestas infantiles son solo para los niños, los papás NO estamos invitados (jaja). Generalmente te dan la invitacion que indica la hora en la que empieza la fiesta y la hora en la que termina (nunca he visto una mayor a 4 horas, pero en general duran 2 horas). Tu llevas a tu hijo PUNTUALMENTE al lugar donde te citaron y lo recoges PUNTUALMENTE en el lugar donde te indiquen (a veces el mismo lugar, a veces la casa del festejado). ¿Por qué hago énfasis en la puntualidad? Bueno, en México te citan a una fiesta a una hora y lo “normal” o ” correcto” es NO llegar a esa hora. Y hasta donde yo sé, es de mala educacion indicar la hora en la que la fiesta termina en una invitacion. Cuestion cultural eh?

4.- Las filas. Hay dos cosas que me sorprenden respecto a hacer filas en Ottawa. La primera es que, no importa si hay indicacion de que se haga una fila para algo, si hay una persona esperando por lo que sea, y llega alguien mas, entonces empieza una fila.

La segunda cosa, y debo admitir que me ha costado mas trabajo asimilar, es la distancia que guardan entre persona y persona. Puede sonar raro, pero una vez que lo vives es mas raro! jajaja. No, ya hablando en serio. En México estamos acostumbrados a estar muy pegados unos a otros, primero porque no hay mucho espacio donde hacemos filas, y segundo, porque si no estás lo suficientemente cerca de la persona de enfrente, puede llegar un vivillo y tratar de meterse en la fila. Bueno, eso no pasa aqui, y se forman como niños en la primaria, con un brazo de distancia entre uno y otro.

5.- Los bebés. Una de las cosas que mas agradezco es que mis hijos ya estaban grandecitos cuando llegamos. Me sorprende muchísimo ver cómo los cuidados a los bebés son totalmente distintos. Es muy común ver a un bebecito de días de nacido en la calle. Es muy común ver que es el papá (y no la mamá) quien trae al bebé. Es muy común ver bebés de cualquier edad en la calle, en su carreola empujada por mamá o papá, entre la nieve y con temperaturas de -20 grados centígrados. En México un bebé no sale de su casa hasta que pasa la cuarentena, o sea mínimo 40 días de nacido, y su primer salida es siempre a ver al pediatra. Evitas los lugares donde se acumula gente, y somos super especiales para las visitas un recién nacido. Aqui, literal el bebé se adapta a la vida de los papás y no viceversa.

6.- La escuela. Hay mucho que comentar sobre la escuela y el ambiente laboral, seguramente les dedicaré otro post. Por ahora me limitaré a comentar que los trámites de inscripción son increiblemente sencillos. Que la educación pública es realmente pagada por el gobierno, incluidos los útiles escolares, que aunque puedes comprar y llevar los tuyos, en caso de que no lo hagas, la escuela provee con todo lo necesario. El sistema educativo es muy diferente y polifacético, y en mi punto de vista muy bueno en los niveles básico e intermedio. Del college hablaré en otra ocasion.

7.- El ambiente laboral. Tambien de este tema hay demasiadas diferencias. El choque cultural mas fuerte para mi es que la ley regula que tu empleador (o futuro empleador) no sea demasiado entrometido con aspectos personales. En una entrevista de trabajo puede preguntarte lo que sea que este relacionado con tu capacidad para llevar a cabo el trabajo, pero nada personal (incluida tu edad). Otra cosa es que muchos de los trabajos son pagados por hora, y eso da flexibilidad en algunos aspectos. Entre las cosas mas obvias es tambien que los empleadores en general (con sus excepciones como en todo) respetan la vida familiar y confían en sus empleados.

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