Así fue como llegamos a Canada

En mis posts anteriores te platiqué que la vía que elegimos para venir a Canadá fue que mi marido viniera a estudiar un programa en el College. Eso le daba a él la posibilidad de tener visa de estudiante, que te permite trabajar medio tiempo, y a mi, el permiso de trabajo.

El proceso a grandes rasgos fue el siguiente:

  1. Obtener la carta de aceptación del College
  2. Solicitar con esa carta mi visa y la de los niños, que nos daba derecho al permiso de trabajo y estudiantes respectivamente
  3. Viajar a Canadá, y en la entrada, obtener el permiso de trabajo y estudiantes
  4. Una vez terminado el periodo de estudio de mi marido, solicitar una extensión del permiso y moverse para buscar un trabajo de tiempo completo relacionado con lo que estudió antes de que se cumpla el tiempo
  5. Con ese trabajo solicitar la residencia permanente.
    1. En nuestro caso, y por cuestiones técnicas de los puntos que teníamos para solicitar la residencia, nos recomendaron que solicitáramos la nominación provincial. Esto es, le solicitas al gobierno de la provincia donde vives, Ontario para nosotros, que te nominen como candidato para obtener la residencia permanente.
  6. Hacer la solicitud de residencia permanente y esperar….

Y bueno, así se ve sencillo no? Pues ahí te va! No ha sido tan fácil, pero hemos disfrutado el camino.

Una vez que mi esposo obtuvo su carta de aceptación al College (por si no recuerdas o no has leído mis otros posts, él vino a estudiar inglés 6 meses antes, porque su inglés no era suficiente para que lo aceptaran en el programa), nosotros podíamos empezar a tramitar nuestras visas. La agencia que nos hizo el trámite solicitó los documentos. Esto fue tardado porque se necesitaban unas cartas en original firmadas por mi marido. Se las enviamos, las imprimió y después de viajar por toda la ciudad en autobús, logró ponerlas en una oficina de DHL y enviarlas de regreso a México. Mientras tanto nosotros juntamos y ordenamos todos los papeles que nos solicitaron. Finalmente todo estuvo listo y metimos los papeles para la visa, después de su respectivo pago. Al cabo de… un mes quizás, recibo una llamada de Rosalinda, de la agencia. Yo pensé que la llamada sería para avisarnos que ya estaban nuestras visas…. pero ¿que crees? que ¡¡¡no!!!! Su llamada fue para decirnos que habían negado la visa. ¡Jamás en mi vida me habían negado una visa! Había ido a USA, Bahamas, Europa, etc., y ¡¡¡NUNCA me habían negado una visa!!! Ahora mi familia estaba separada y los oficiales de migración habían decidido que no éramos buenos candidatos para viajar a Canadá. Pff! Obvio, mi pregunta inmediata fue, ¿por que?!!! Rosalinda no tenía idea, pero super linda me dio una explicación que en su momento creí: “me he dado cuenta que en ocasiones, de manera random rechazan algunas visas, esto lo hacen para que se vuelva a hacer el pago y así juntar mas dinero”…. que mala suerte que justo mi familia halla sido “elegida” para cobrar mas dinero… pff! En fin, mi siguiente pregunta lógica fue: ¿Que procede ahora? y su sugerencia fue, volver a aplicar. No muy feliz por el gasto adicional (obvio había que pagar el trámite de visa de nuevo), pero con la esperanza de que hubiera sido una cosa del azar, volví a solicitar la visa para mi y para mis hijos. Un par de meses mas de angustiosa espera. Podría contarte muchas cosas en el inter, pero no quiero torturarte, así que iré al grano. Recibí nuevamente la llamada de Rosalinda. Mi visa fue negada por segunda vez. ¿Queeeee???? No era algo de “azar”???? Evidentemente no. Así fue como conocí a Cesar. Rosalinda me dijo que de plano ellos ya no podían hacer nada y que era mejor que buscara a un agente migratorio. Ellos tienen mucho más conocimiento y sobre todo, ACCESO a la información. Un agente migratorio certificado en Canada podría entrar a mi expediente y solicitar al oficial de migración que llevó mi caso los motivos por los que negó la visa. Cesar fue mi agente migratorio  y ángel guardián. Lo contacté a través de Rosalinda. El está ubicado en Toronto, pero es latino (creo que colombiano) y obviamente habla español, lo que en ese momento fue una gran ayuda. A pesar de que según yo hablaba inglés…. bueno, esa historia del inglés la dejaré para otra ocasión. Contacté a Cesar y después de platicar de sus honorarios (que para ser honestos ya no recuerdo) me dijo que solicitaría la información.

¿Recuerdas que en otros posts comenté que  vendimos un departamento para ayudar a cubrir los gastos? No, no me estoy volviendo loca ni saltando de un tema a otro, esto viene a colación porque eso tiene todo que ver con la razón por la que nos negaron la visa (bueno, al menos el 50% de la razón). Resulta que cuando solicitamos la visa de mi marido en nuestra comprobación de fondos estaba parte del anticipo de la venta del departamento, solo parte porque la otra parte ya se había pagado al College. Cuando nosotros tramitamos nuestra visa ya teníamos el dinero completo de la venta. Eso hizo pensar al oficial que habíamos pedido dinero prestado para que pareciera que teníamos suficiente dinero para vivir, pero que en realidad no íbamos a contar con ese dinero en el futuro. La otra razón es que para el oficial, no teníamos suficientes razones para querer regresar a nuestro país. Este último motivo lo he escuchado mucho, en mi opinión es un poco absurdo (espero que ningún oficial de migración esté leyendo esto jaja). La verdad es que no, no queríamos regresar a nuestro país, esa era la razón de fondo por la que estábamos haciendo todo esto, pero Cesar me explicó que en realidad eso se refiere a que deben estar convencidos de que si te quedas, es de manera legal, que no te vas a quedar “por debajo del agua” como se dice coloquialmente.

Bueno, ya sabíamos las razones. Ahora a poner manos a la obra. Leído esto en unos cuantos renglones suena sencillo, pero la verdad es que implicó muchos desvelos. Para demostrar el tema del dinero, fue relativamente fácil, solo proporcionamos copias del contrato de compraventa y de las transferencias, y eso fue mas que suficiente. Lo otro es un poco más complicado porque es subjetivo, pero es ahí donde fue de vital importancia la asesoría del despacho de Cesar, ellos nos ayudaron a elaborar las cartas y todo lo necesario para mostrar que todo esta en orden y que llegado el momento, haríamos los trámites respectivos para poder quedarnos.

Aquí ocurrió la magia. Ya era casi finales de noviembre cuando finalmente metimos todos los papeles. Las dos ocasiones anteriores la respuesta había tardado por lo menos un mes y yo estaba decidida a que mi familia pasara junta las fiestas navideñas. Todo este proceso me había enseñado a tener paciencia, sin embargo, yo sabía que llegar a Canadá antes de navidad era absolutamente posible. Los boletos de avión ya los habíamos comprado (desde el proceso anterior) y cuando hicimos el cambio, los habíamos dejado con fecha abierta. Un buen día, no tengo clara la fecha, pero debió ser alrededor del 25 de noviembre de 2015, abrí mi correo electrónico y vi un correo que decía como título “PASAPORTES REQUERIDOS”. Perdón por lo que voy a decir, pero en ese momento se me cayeron los calzones. Que pidieran nuestros pasaportes solo quería decir que: HABIAN APROBADO LAS VISAS. Todavía no lo abría cuando recibí la llamada de Tania, una colaboradora de Cesar, para darme la maravillosa noticia. Pronto estaríamos juntos de nuevo.

Con ese documento solo fui a la embajada de Canadá en Polanco con mis pasaportes. Los entregué y me dijeron que me avisarían cuando tuvieran las visas. Fueron como dos días solamente y después me llegó un mensaje de texto avisándome que mis pasaportes y visas estaban de vuelta. Fui de inmediato a recogerlos y llamé a la aerolínea. Viajé el 3 de diciembre en la madrugada.

Hasta aquí voy apenas en el paso 2. La siguiente te contaré los pasos 3 y 4.

Déjame comentarios sobre lo que quieres que siga contando. ¿Cuáles son tus dudas? ¿Que temas mas quieres que platique?

¡Nos vemos próxima!

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